El propósito de esta serie de lecciones es cosechar la semilla de la palabra de Dios depositada en los niños en los años anteriores. Están diseñadas para hacer a los niños “sabios para salvación” (2 Ti. 3:15), en el caso de que no se hayan dado cuenta todavía de la necesidad personal que tienen del Salvador, de Dios y la salvación. La salvación no debe darse por entendida, ni por ellos ni por nosotros. Debemos ayudarlos a estar seguros de su salvación. Las lecciones son lo suficientemente claras para tocar seriamente el asunto de la caída del hombre, del pecado y de la muerte.
Se espera que mientras se está impartiendo la lección, los niños no sólo sean iluminados en su entendimiento, sino que sean traídos bajo la convicción del Espíritu Santo (Jn. 16:8-9) a fin de que sean tocados en su corazón y su conciencia. Debe anotarse cuidadosamente cómo responden durante la lección. Si se nota que están inseguros de su salvación o que no tienen convicción, se les debe ayudar inmediatamente después de la lección para que reciban al Señor Jesús como Su Salvador.